jueves, 21 de julio de 2016

Sólo la Zona Baja de Trujillo estaría libre de peligro

Por ser considerada como el accidente geológico más importante del occidente del país, es indispensable intensificar la cultura informativa y preventiva (con más simulacros), evitar construcciones que no cumplan con las Normas Venezolanas Sismo-resistentes y realizar por cada municipio un plan de emergencia para minimizar el daño ante cualquier eventualidad
Karley Durán.
Twitter:@karley_ale
De acuerdo a Funvisis, una falla es discontinuidad de movimiento en sentido paralelo a la superficie de fractura y se torna activa, generalmente las constatadas con desplazamientos en los últimos 40 mil años. En Venezuela existen cuatro principales, la de San Sebastián, El Pilar, Morón y Boconó, esta última considerada por su longitud la más imponente y la que mayor riesgo representa para el país.
Características
La falla de Boconó es una falla tectónica que se expande unos 500 km en la parte central de Los Andes, entre la depresión del Táchira y el Mar Caribe. Tiene entre 1 y 5 km de ancho y corre aproximadamente en dirección nordeste pasando bajo el pueblo donde Emile Rod (1956), la describió y le dio el nombre, Boconó.
Se ramifica al este de Morón y a lo largo de la costa del Mar Caribe con las fallas de Morón y El Pilar. Es la mejor conocida de todas las fallas de Venezuela porque fue una de las primeras en ser reconocida y por poseer una fuerte expresión topográfica. Además, está claramente expuesta a todo lo largo de su extensión.
Geomorfológicamente tiene una edad aproximada de 5 millones de años y su repercusión histórica ha sido causar la mayoría de los grandes terremotos ocurridos en el occidente de Venezuela. Monografías instrumentales indican que la zona de fallas de Boconó debe ser clasificada como muy activa, lo cual es corroborado por estudios recientes de paleosismicidad, cuyos resultados arrojan períodos de retorno del orden de 200 años para eventos de magnitud 7.
Consideraciones
Wilmer Sáez, teniente voluntario de los Bomberos en Boconó, ratifica la condición sismológica de la región andina y por supuesto de Trujillo, “la Falla de Boconó atraviesa Los Andes venezolanos y parte de San Juan de Lagunilla al norte de Colombia. Sáez la define como un ramal de fallas (deformaciones en las placas tectónicas), la del Mar Caribe que se desplaza hacia a la izquierda y la de América del Sur hacia la derecha”.
A su juicio, el cambio climático incide en la falla y se puede percibir en los deslizamientos de sectores como Tuñame, Árbol Redondo, Santa Rita, la cárcava de San Antonio o la que se está formando en San José. “Ante esta realidad se podría especular que Boconó puede inundarse o hundirse, sin embargo aunque son posibilidades, cobra más relevancia un terremoto catastrófico y por eso urge un plan de emergencia (Gestión y Planificación de Riesgos) que devengue unificación de organismos y cultura básica preventiva”, indica.
Condiciones de habitabilidad
Adicionalmente, el desarrollo urbanístico de muchos municipios de manera desorganizada y sin cumplimiento de las Normas Técnicas Sismo-resistentes aumenta la vulnerabilidad de familias en caso de que la falla produzca otro evento de envergadura. La construcción de edificaciones en peñas donde existen constantes deslizamientos de tierra o aquellas que no tienen un sistema de anclado resistente, columnas de cargas, bloques trabados, vigas de arrastre y otras especificidades, permite un colapso más rápido.
“Hace 100 atrás Boconó era una pradera y había casas de bahareque. Con el crecimiento de la población, las construcciones se realizaron sin permiso, sin control. Mucha gente tomó áreas verdes o caudales de ríos para hacer sus casas. Pero ahora los concejales están haciendo reformas para controlar y los organismos tenemos la facultad de derrumbar o detener esas obras sino tienen permiso de ingeniería”, aclaró Carlos González, director de Protección Civil Boconó.
Minimizar el riesgo
Por su parte, la ingeniera civil, Emileidy Berrios, debido a que la Falla siempre libera energía, recomienda culturizar el tema con charlas educativas, que ingeniería municipal exija cumplir las normas sismo-resistentes, se acabe con la deforestación, haya conciencia ambientalista y se respete los ríos. Aunado a que la ingeniería avanzada produzca elementos muchos más elásticos que resistan un efecto de sismo en condiciones normales y que los calculistas estén más actualizados con la ingeniería sísmica que estudia el comportamiento de la tierra.
Más datos
·         La Falla de Boconó según ingenieros es de tipo rumbo-deslizante.
·         En casi toda su longitud han ocurrido sismos recientemente.
·   La frecuencia de sismos parece haber aumentado después del evento de 1812, pero la energía liberada no cambió. 
·       Tiene una profundidad de 35 kilómetros y produce mucho calor.
      Es un mito que mientras más construcciones se hagan, más afecta la Falla de Boconó.
·         La condición climática acelera los efectos que podría causar esta Falla.

La Cárcava de San Antonio y otras zonas de riesgo sísmico son evaluadas por Funvisis. Foto: Karley Durán.

Wilmer Sáez: “Los organismos no estamos unificados en Boconó. La falla es inminente y los antecedentes lo demuestran, por eso deberían realizar en todos los municipios al menos un simulacro por semana”.


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