viernes, 23 de mayo de 2014


Era viernes, era casi la 1:00 pm, era tarde. Ya me había acostumbrado a llegar de tres a cuatro de la tarde todos los viernes. En primer año, salía de cuatro a cinco de la clase de Psicología; igual me venía, pero llegaba tarde. Luego, en segundo y tercer año llegaba justo a tiempo para la salida del último autobús desde el terminal de Trujillo. Ahora, me vengo los jueves, a veces los viernes. Todo depende de lo extensa que sea la clase de Periodismo Económico. Ya estoy en el cuarto año de la carrera universitaria de mis sueños.
Nunca pensé que estaría a tan sólo dos horas de aquí. Hasta los 17 años estaba “segura” de irme a estudiar a Caracas. No quedé en la Universidad Central de Venezuela, pero mi mamá y mi papá dicen que por algo Dios hace que pasen las cosas. Yo lo creo, me pasó algo mejor, algo que no cambiaría por nada. Estudio Comunicación Social en la Universidad de Los Andes, Núcleo Universitario “Rafael Rangel”, en Trujillo, a dos horas de Boconò, el Jardín de Venezuela.
Ese viernes del mes de enero del 2013, cuando era casi la 1:00 pm, se dio una conversación con el tocayo Guido, él sabe que yo soy de aquí, sabe hasta de dónde  es mi familia Durán, la suya también es boconesa. Yo salí como cosa rara, apurada. Él con su maletín y sus pasos cortos, iba tranquilo. Cuando sin mucho que pensar me dijo: -Durán ¡tiene que irse desprendiendo de ese pueblo! – ¿Por qué? Le contesté. –porque ese pueblo no tiene nada. – ¿Nada…? Un extraño sentimiento recorrió mi cuerpo. Me despedí y seguí.
Soy orgullosamente boconesa. Ya son más de veinte años aquí. Y aunque en mi mente trastabillan muchas cosas, entre ellas poder ejercer mi profesión en una ciudad, no se esfuma la posibilidad de hacerlo aquí. -¿quién dice que no se puede? Aquí hay mucho talento, hasta el 2011 éramos más de 320 mil habitantes. Hay emisoras de radio, televisoras pioneras como Telebocono y Tú Canal, revistas y por supuesto, está la sala de prensa de la alcaldía.
Suceden cosas importantes, situaciones que son noticias. Casos que informar y que quedan engavetados. Hay periodistas y locutores de trayectoria, además tenemos una digna y admirable cronista municipal, Dubuc de Isea. Pero, nada es suficiente para un pueblo en ascenso y desarrollo. Podemos innovar y mejorar muchos aspectos relacionados a los medios de comunicación. Así como  el turismo, la vialidad, las inversiones, las obras, el sector salud y educativo…
Yo creo en el desempeño y en las oportunidades que pueden tener aquì los profesionales. El 30 de mayo, el viernes, cumplimos 451 años. Ha sido significativo el crecimiento social, cultural, ambiental y político que Boconò ha tenido durante los últimos veinte años, digo, por lo que yo he visto. Aún falta mucho y yo quiero ser parte de su historia en los próximos cincuenta años.






             

0 comentarios:

Publicar un comentario